Fortalecimiento del proceso de exigibilidad de los desaparecidos
El conflicto armado en Colombia durante más de 50 años ha generado más 8.532.636 de víctimas, según lo informa la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas. Las afectaciones sufridas por parte de la población civil han provenido tanto de las organizaciones guerrilleras, como de grupos paramilitares y agentes del Estado por su vinculación directa en las acciones violatorias de los derechos humanos o su omisión frente al deber constitucional de proteger a la población civil.
La desaparición forzada ha sido uno de los delitos continuados que más ha afectado a las comunidades, organizaciones sociales y políticas del país. Las cifras frente al grado de victimización alcanzado varían entre una y otra entidad, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, desde 1970 hasta el año 2015, se contabilizan en 60.630 las víctimas de este flagelo. A su vez, según el Instituto de Medicina Legal, existen 114.227 víctimas desaparición sin clasificar y presuntamente, 28.726 víctimas de desaparición forzada. Finalmente, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas señala la existencia de 171.150 víctimas, 47.376 directas y 123.774 indirectas, con cifras actualizadas al primero de febrero de 2019.
En esta labor es fundamental poder contribuir a que los familiares de las víctimas de desaparición forzada puedan crear, y visibilizar los lugares de la memoria. Así mejorar la Visibilidad de sus seres queridos y con objetivos que incluyen proteger a las personas de amenazas contra sus vidas, su integridad física y su dignidad; evitar que ocurran desapariciones; recomponer lazos familiares y averiguar el paradero de aquellos de quienes sus familiares no tienen noticias.
Desarrollaremos actividades en el marco de la Memoria en los municipios que según las estadísticas han sido unas de las más golpeadas por el flagelo de la desaparición como son: Guamal “Meta”, la Hormiga “Putumayo” y Ciénaga “Magdalena”, escenarios que contribuirán a conmemorar la labor realizada por las Familias víctimas de crímenes de Estado y a visibilizar la necesidad de generar garantías reales para que ellas accedan a sus derechos y para que no se repitan los hechos ocurridos con ocasión o en razón del conflicto armado. Empoderar a UBPD para que pueda seguir con su trabajo de búsqueda.
Pocos saben que detrás de cada persona que desaparece en Colombia, queda una familia que sufre las consecuencias de esa ausencia que duele y frustra. Todos los días esperan en silencio saber qué pasó con sus seres queridos y todos los días se encuentran con lo mismo: la incertidumbre. Prácticas para borrar todo rastro, múltiples victimarios, y más de cinco décadas de conflicto armado interno hacen de esta problemática una situación compleja de entender, abordar y esclarecer.
Los actores a los cuales queremos involucrar es a la sociedad civil y a las Autoridades, porque el principal objetivo es presentar a las autoridades estatales que poco conocen de la problemática de la desaparición y a la sociedad en general las múltiples circunstancias a las cuales se ven enfrentados los familiares de las personas desaparecidas en el país. Desde sus propias voces de los familiares, se aspira a sensibilizar y generar empatía frente a la situación que enfrentan estas familias, e incluso, con un poco de optimismo, generar comportamientos de solidaridad y apoyo por parte de la sociedad, para la trasformación de la incertidumbre en respeto y en ayuda a la búsqueda del paradero de sus seres queridos.